domingo, 7 de abril de 2013

David y María

La primera vez que uno posa delante de una cámara necesita tiempo para relajarse y sentirse cómodo, eso es así. El fotógrafo necesita paciencia para conseguir la complicidad necesaria para que las fotos resulten naturales y captar la personalidad del modelo.

Sin embargo este proceso es mucho más fácil cuando el que se enfrenta al objetivo está acompañado y, si lo hace al lado de la persona de la que está enamorada, es aún mejor.

Esta pareja se sentía algo tensa al principio, pero en seguida afloró esa espontaneidad y frescura que les caracteriza.

Muchas gracias a los dos por el buen rato que pasamos.

Si estáis enamorados y queréis unas buenas fotos. ¡No dudéis en contactar conmigo!































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